¿Tener hijos limita tu libertad? por supuesto. Pero lo mismo ocurre con cualquier actividad en la que nos involucramos. Jugar un partido de fútbol implica un buen número de limitaciones a la libertad. La cancha tiene un determinado rayado, con una cierta cantidad de jugadores por lado, la pelota no se puede conducir con las manos, y un largo etcétera. Sin embargo, esas limitaciones no son ataduras sino las condiciones para el despliegue de nuestra libertad. Es justamente el decidir usar esa facultad de una determinada manera lo que nos realiza espiritualmente. El ideal de formar familia parte de la esperanza de que allí encontraremos la oportunidad de ejercer la libertad de manera significativa; que incurriremos en sacrificios de tiempo y dinero, sí, pero en el entendido de que en la relación “padre e hijo” hay una realización que supera con creces al bienestar individual y material.
IDEAS DE LA SEMANA 3 DE ENERO 2025