El viernes 18 de octubre de 2019 será para muchos un día imposible de olvidar. Ese día y los meses que siguieron, la violencia le ganó a la paz, la intolerancia a las legítimas diferencias y millones de chilenos sufrieron en carne propia, los ataques que solo buscaron quemar, saquear y destruir nuestro país. Mientras el gobierno fue incapaz de mantener el orden público, los dirigentes políticos de izquierda relativizaron sistemáticamente la violencia, que se expandía a todo Chile. Sin que nadie lo pidiera, los políticos respondieron entregando la Constitución para salvarse ellos. ¿Qué lección nos dejó aquel 18 de octubre y los meses que siguieron? Algo estaba pasando en el Chile de verdad. A pesar del desarrollo económico, nos dimos cuenta de la existencia de problemas graves en la sociedad, que por muchos años fueron desconocidos o, simplemente, ignorados por quienes tenían la obligación de mirar más allá de los resultados económicos…