En este contexto de estancamiento económico y crisis política, se está debatiendo la ley de presupuestos, y resulta incomprensible el elevado nivel de gasto y deuda que aún se mantiene en los niveles de la pandemia. Esto plantea serias dudas sobre la falta de control en la gestión fiscal. La ciudadanía tiene motivos para cuestionarse si quienes ocupan cargos de representación están realmente cumpliendo con su rol de proteger los intereses públicos en un tema tan crítico y potencialmente perjudicial.