Por Constanza Tirado López. Señor Director: Ante la creciente preocupación por la seguridad pública, se ha planteado la propuesta de que las Fuerzas Armadas tomen control de puntos estratégicos en diversas comunas…

5 abril, 2024

Señor Director:

Ante la creciente preocupación por la seguridad pública, se ha planteado la propuesta de que las Fuerzas Armadas tomen control de puntos estratégicos en diversas comunas. Si bien esta opción se ha planteado en diversas oportunidades, el debate tomó mayor fuerza a raíz de la solicitud del alcalde de Maipú de desplegar militares en respuesta a la alarmante ola de delincuencia y violencia que afecta a la comuna, en donde esta iniciativa ha generado tanto apoyo como críticas por parte de líderes comunales en la región metropolitana.

Actualmente se encuentra en tramitación en la Cámara de Diputados un proyecto de ley que busca regular el uso de la fuerza para las Fuerzas Armadas (RUF), pero lo que menos hace es regular cuándo pueden usar la fuerza, sino más bien se concentran en qué situaciones no pueden usarla, perdiendo por completo la idea del proyecto. Además, dentro de las indicaciones presentadas por el Ejecutivo, se encuentran la de su uso diferenciado respecto a diversidades sexuales, extranjeros y pueblos indígenas, pasando por alto uno de los principios fundamentales de nuestra constitución política, la igualdad ante la ley.

De este proyecto podemos observar varios puntos relevantes, en primer lugar, el proyecto presentado por el gobierno refleja una falta de confianza respecto de la capacidad de las fuerzas de Orden y Seguridad, que están conformadas por personas que cuentan con instrucción en el uso de la fuerza para el cumplimiento de sus funciones.

En segundo lugar, en el artículo 10 se deja a facultad de un reglamento la atribuciones y procedimientos, lo cual es contrario a la idea matriz dado que lo que se busca con este proyecto es dar certeza jurídica.

En tercer lugar, mediante esta normativa, el gobierno persiste en integrar la lógica identitaria en la legislación, lo que resulta en la creación de grupos privilegiados que se sitúan por encima de otros ciudadanos. Además, esta medida dificulta la distinción en la aplicación de la norma.

Existe otro aspecto crucial que aún no se ha abordado: ¿Cuál será el destino de Carabineros en caso de que esta ley sea aprobada? ¿Qué sucederá con las facultades que poseen en cuanto al mantenimiento del orden público y la seguridad ciudadana? La posibilidad de una refundación de la institución parece cada vez más cercana, especialmente si se les otorgan responsabilidades de control a las Fuerzas Armadas. Esta perspectiva plantea interrogantes fundamentales sobre el papel futuro de Carabineros y cómo se redefinirá su función en el escenario de seguridad nacional.

Por lo tanto, si bien es cierto que situaciones excepcionales requieren medidas excepcionales, enviar a las Fuerzas Armadas sin un marco claro sobre el uso de la fuerza plantea serias interrogantes. ¿Qué sucederá si se ven obligadas a recurrir a su armamento? Sin salvaguardias adecuadas, existe el riesgo de repetir las acusaciones de violaciones a los derechos humanos que enfrentaron las FF.AA. en 2019. Es esencial establecer pautas claras y garantías para proteger los derechos de los ciudadanos mientras se aborda la problemática de la seguridad pública.

Es crucial reconocer que las FF.AA. son un pilar fundamental de nuestra nación y, como tal, su rol debe ser respetado y protegido. Lamentablemente, las autoridades actuales han tardado demasiado en comprender esto.

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Constanza Tirado López – Ideas Republicanas