El TPP 11 finalmente entró en vigencia en Chile permitiendo crear fuentes de trabajo esenciales para sus ciudadanos, ayudando así a miles de familias. Asimismo, permitiéndole al país tener un impacto cultural significativo, al lograr que miles de personas en Asia, Europa y el resto de la región consuman sus productos nacionales. Un beneficio que también se podrá disfrutar al facilitar la importación de bienes e inversiones de otras partes del mundo.

Es crucial tener en cuenta que el progreso de Occidente se debe, sobre todo, a la presencia original de la idea de comercio y a la presencia del comerciante como práctica cultural y papel social determinante. Tiene raíces míticas, así como un papel fundamental en la construcción de los cimientos de la modernidad.

Por otro lado, también es perentorio denunciar que las visiones cerradas al mundo y las políticas proteccionistas, lejos de permitir el libre desarrollo, perjudican a las sociedades y condenan a los ciudadanos porque se ven obligados a consumir sólo los productos disponibles, coartando así su libertad de elegir lo que desean comprar con su propio dinero.

Las personas se mueven mayoritariamente por la satisfacción de su prosperidad. Este hito, contribuirá a sintetizar el máximo de cooperación posible, el uso adecuado, sostenible y eficiente de los recursos, y el manejo inteligente de las nuevas tecnologías. Hay una nueva página en el país para escribir, y no gracias a la administración del Presidente Gabriel Boric, ya que durante sus años en el Congreso hicieron todo lo posible para torpedear este tipo de tratados

José Alberto León- Área Internacional Centro de Estudios IR (Ideas Republicanas)